En estos primeros días me he ido acercando al alumnado para conocer su forma de trabajar y que no se sintieran incómodos con mi presencia.
He observado que los alumnos/as no son desconfiados y en cuestión de horas me han tratado como una docente más.
Al entrar en una clase nueva hay que tener en cuanta que cada alumno tiene unas necesidades personales y como docentes debemos encargarnos de satisfacerlas en la medida de lo posible.
En esta primera toma de contacto he seguido todas las indicaciones dada por la tutora.
Anteriormente en otros practicums he trabajado con alumnos de la misma edad, pero como todos los docentes sabemos, no hay dos alumnos iguales, por lo tanto no hay dos grupos de trabajo iguales.
Respecto a los docentes cada uno tiene su forma de trabajar y de tratar a los alumnos diferente, ninguna mejor ni peor, cada uno actúa según sus intereses y estableciendo su propia rutina.
Como trabaja esta docente me gusta mucho ya que realiza muchas canciones con los alumnos y hacen que se sientan integrados y cómodos en la clase.
Lo que respecta al trabajo en la asamblea es muy parecido al que había visto antes.
El que cada día se escoja a un encargado diferente me parece muy interesante ya que si fuera por elección propia no saldrían todos y los alumnos más tímidos no tendrían tal oportunidad de realizar esa tarea.
En el trabajo diario he notado que le dan mucha importancia a las fichas, podríamos decir que el desarrollo de la clase gira en torno a ellas.
Aunque no sean mis primeras prácticas, siempre es una experiencia nueva, ya que con cada tutor/a es una forma de trabajar diferente.
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